“Hay una continuidad en el terror y la persecución a las poblaciones indígenas”
Conversamos con Javier Serrano, Doctor en Antropología de la Universidad
Nacional de Rio Negro, impulsor junto al Grupo de Estudios de Pueblos Indígenas (GEPI) de
una "Ley de Reconocimiento del Genocidio Indígena" en la Provincia de
Río Negro. En esta entrevista Serrano se refirió a los alcances de la iniciativa, los
avances en la legislación indígena y la actuación de las
instituciones del estado para revolver las problemáticas de los
pueblos originarios.
Para el antropólogo, que vive una parte del año en Viedma y otra en
México, en el estado “hay una falta de decisión de operar
sobre los problemas y resolverlos”. En referencia a las
universidades cuestionó: “esos temas no están en la agenda
propia de la universidad”.
Por Patricio Lobos (*)
Sabemos
que impulsaron como GEPI un proyecto bajo la forma de iniciativa
popular, para que sea reconocido institucionalmente el genocidio
indígena en la provincia. ¿Queríamos saber en que estado está
la iniciativa y que apoyos lograron?
El
proyecto tiene que ver con esto de repensar la historia porque es un
proyecto de ley que tiende a incidir en como los rionegrinos se
piensan asimismos. Como la sociedad argentina y latinoamericana se
piensan así misma. Ha sido una nota común negar la historia de las
poblaciones indígenas.
Yo
venia fuera del país. Cuando ingreso a la universidad (yo no había
trabajado la cuestión indígena en particular) hubo una demanda como
antropólogo para abordar la temática indígena. Participé de la
marcha que hubo en 2017 (1) y conversé con muchos referentes de las organizaciones
indígenas. Yo había visto que la Argentina reconoce el genocidio
armenio, también la provincia, un genocidio que fue contemporáneo a
la Primera Guerra Mundial. La conquista al desierto fue poco antes.
Así
surgió la iniciativa y se elaboró el proyecto a imagen del proyecto
del genocidio armenio. Esto es intervenir en el plano simbólico,
porque bajo estos parámetros, en una escuela ya no se podría hablar
de la misma manera de la Conquista.
En
ese contexto sucede lo de Maldonado. Y estábamos en Bariloche cuando
fue lo de Nahuel. Por eso se decidió guardarlo para cuando haya
mejores condiciones. Ahora el 27 y 28 de febrero va a haber un
Parlamento Mapuche en Viedma, y la idea es re-impulsar el proyecto,
ya no como una iniciativa popular, porque el proceso es muy complejo y hay que auditar las firmas que van a la Justicia electoral,
osea una burocracia muy grande y eso superó los recursos de los que
disponemos. Ahora lo que se va a hacer es presentarla en los
distintos bloques y defenderla. Esto se va a discutir en el próximo
parlamento.
El
concepto de genocidio se encuadra en lo que pasó en la
Conquista al Desierto. Aunque sigue siendo un tema polémico.
Inclusive se puede hablar de una continuidad en el tiempo del
genocidio con las matanzas a poblaciones indígenas en el Norte ya
con gobiernos democráticos como el del radicalismo y
el primer peronismo.
Lo
que pasó en la Conquista al Desierto fue una ocupación violenta,
eso es indiscutible. No se cedió el territorio, salvo algunos casos
como el de Patagones donde hubo acuerdos y conversaciones. La
conquista y la etapa posterior fue de persecución, campos de
concentración, etc.
No
solo fue un genocidio, sino que fue algo vulgar, muy parecido a lo
que paso en EEUU. Si uno lee por ejemplo, la llamada “Marcha de las
lagrimas de los Cheroqui”, se parece a lo que paso acá, donde se
mueren ancianos y niños. Además de la división de las familias,
unas técnicas que se encuadran en lo que puede llamarse genocidio.
Igualmente
la cuestión es compleja. En México tampoco el genocidio es un tema,
en cambio en EEUU si es un tema hace tiempo. Allí es de primer orden
político. Los relatos nacionales aquí plantean una idea de la
conquista en términos de independencia. En las escuelas el pasado no
está en discusión, tampoco se habla mucho de la guerra del
Paraguay. La narrativa habla de un desierto que se va a ocupar, y en
realidad fue una conquista sobre un territorio y gente que lo
habitaba de manera independiente y autónoma. A sangre y fuego se
conquistó este territorio. La idea de la ley es incidir en esto.
En
este marco, queríamos preguntarte cual fue la recepción del
proyecto de ley en el mundo de la historiagrafia local. Te
preguntamos esto, porque sabemos que hay sectores reticentes a
reconocer la campaña como un genocidio.
A
nivel local hay una discusión y una polémica entre los
historiadores. Genocidio es una palabra que se crea en 1948 en el
marco de la convención del genocidio en la ONU, coincidente con el
caso alemán. Hay una discusión legal también, y en eso no me
siento obligado a participar. Pero culturalmente la gente se apropió
del concepto de genocidio, no pasó lo mismo con otros como el de
masacre estatal.
Hoy
la discusión es más con la prensa nacional y de Buenos Aires, donde
se reproducen cosas que ya no se discuten en la Academia. Una cosa
frecuente ha sido la extranjerización de los indígenas, acá en
Argentina y en otras partes del mundo. Decir que los mapuche son de
Chile y esas cuestiones.
Por
eso decíamos que la palabra genocidio pone a circular nuevas
interpretaciones y puede entenderse una continuidad material, con los
avances en los territorios y simbólica, con los discursos de los
medios
Tiene
discontinuidades y es un proceso. Son interesantes los trabajados de
archivo como el que hizo Pilar Pérez (2). Hay muchos silencios sobre
nuestra historia. Buscamos que la sociedad se haga cargo. Si vos ves
el censo del 2010 y agarras todos los rubros económicos donde se
construye el índice de Necesidad Insatisfechas, la población
indígena en Rio Negro está peor que el resto. El dato más fuerte
es que tienen un promedio de vida inferior. Se puede pensar el
genocidio en términos de continuidad por esas cuestiones también.
En
la etapa posterior a la conquista hay un silencio muy grande. Si vos
hablas con la gente sobre todo en la zona cordillerana, te hablan de
lo que fue la policía fronteriza, te encontrás con cosas terribles.
Se escuchan cosas atroces, hay una
continuidad en el terror y la persecución.
De
hecho, como señalan las organizaciones mapuche en la provincia, hubo
largas décadas de dispersión de las familias luego de la conquista
y proyectos incipientes de organización. Recién con la nevada del
84, cuando nace el CAI, se puede hablar de una nueva organización de
las comunidades.
La
nevada fue un elemento explicativo de como surgió el CAI. Los cierto
es que a nivel mundial hubo un florecimiento de las identidades
étnicas. Se cambió la noción de los estados nacionales que se
presentaban homogéneos y monolíticos, con una sola lengua, una sola
religión. Eso se cambió por una idea de diversidad. En eso tuvo
mucho que ver la antropología.
La
2287 es una ley que tuvo muchos problemas para ser aprobada. Hasta el
día de hoy los tiene. Pero si es cierto que es una ley que busca
integrar toda la problemática indígena. Pero no se cumple, están
las leyes pero no se cumplen, solo en el plano simbólico, pero no
práctico. ¿Que se cumplió acerca de las viviendas, la educación
intercultural, el idioma?. Hay un deterioro de la situación de la
población indígena. Lo mismo pasa con la reforma del 94, o la ley
de relevamiento. Hay una falta de
decisión de operar sobre los problemas y resolverlos.
Es
un problema a nivel mundial de los pueblos indígenas. Desde los
ochenta ha sido un dato la visibilización de las poblaciones
indígenas. Trabajo en México y se ven cosas parecidas.
Usted
trabaja en la universidad, que ha sido, creemos, un lugar poco
receptivo de otros saberes no académicos. Ahora hay proyectos en la
UNRN y la UNCo, vinculados a la investigación y al estudio de la
lengua, por ejemplo. ¿Cree que hay una mayor apertura?, ¿cuanto
tiene que ver la propia lucha del movimiento?.
Podemos hablar de las universidades nuestras, las de Comahue y Rio
Negro. Es cierto que ha habido un mayor esfuerzo en llevar atención
al tema indígena. Cuando llegue a Viedma en 2013 se me acercó gente
porque había una necesidad de incorporar la temática. Estudie en la
universidad pública y uno debe hacerse cargo por su formación de
esos temas. Pero no hay que olvidar
que las universidades son instituciones del estado, con sus complejidades, donde
los presupuestos son claves para definir las problemáticas. Tenes
como espejo de la sociedad una serie de contradicciones, donde se
reproducen esquemas nefastos.
Concretamente
en Rio Negro tenemos el robo de niños en nuestros campos. Hablo de
la década del 50/60 del siglo pasado. Lo he escuchado de conocidos y
en las entrevistas que hemos hecho. Y este no ha sido un tema que
este en discusión y parece que a nadie le preocupara. En ese época
se decía, “necesito esta nena” y se la llevaban para
labores domesticas u otras. Son procesos recientes vinculados a las
dinámicas históricas y continuidades del terror silenciado.
Ha
habido un silenciamiento de la lengua también. Existe la realidad de
mucha gente que bajo otras condiciones se reconocería mapuche. Por
eso es importante intervenir en el
plano simbólico. Esos temas no están en la agenda propia de la
universidad.
Siguiendo
con la lengua, el mapudungun tiene pocos hablantes acá y en Chile.
La lengua se va perdiendo. Y acá esfuerzos concretos del estado
provincial no hay. Son esfuerzos aislados pero no consistentes. No es
una lengua oficial en la provincia, ese sería un hermoso proyecto de
ley. Hay en las instituciones una falta de comprensión de lo que
está sucediendo. El aporte de la universidad es muy incipiente pero
hay mucha discusión infructuosa en la Universidad.
(*) Lic en Ciencias
Políticas de la Universidad Nacional del Comahue- CURZA.
(1) Se trata de una Marcha de Jacobacci a Viedma, impulsada por las
comunidades mapuche de Rio Negro, bajo el lema "Petu
mongueleiñ, fey muta trekaleiñ" (estamos vivos, por eso
caminamos), contra la propuesta del gobierno provincial de un Nuevo
Código de Tierras.
(2) Se refiere al libro “Archivos del silencio: estado, indigenas y violencia en la Patagonia central 1878-1941” (2016), de la Doctora en Historia Pilar Perez.
(2) Se refiere al libro “Archivos del silencio: estado, indigenas y violencia en la Patagonia central 1878-1941” (2016), de la Doctora en Historia Pilar Perez.
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