“Hubo un plan premeditado para la distribución de niños indígenas durante la Campaña al Desierto”
Conversamos
con Leonardo Dam, Historiador del Museo Ema Nozzi de Patagones, sobre
dos trabajos de investigación realizados en colaboración con el
historiador Jorge Bustos, denominados “Registro de
Vecindad del Partido de Carmen Patagones” (1887) y “Botín de
Guerra”, donde se narra el
proceso de captura y distribución de niños indígenas en la Viedma-Patagones de fines del siglo XIX durante la Conquista al Desierto.
Por Patricio Lobos (*)
Los ataques a las poblaciones civiles indígenas durante la "Conquista al Desierto", la apropiación de niños, mujeres y hombres, la instalación de campos de concentración en la Patagonia, las marchas forzosas, fueron hechos que ya nadie puede negar. Nuestra zona fue epicentro de esas atrocidades que toman luz al calor de la lucha de las organizaciones indígenas. Conversamos con el historiador sobre el aporte de los archivos oficiales en la narración de esta otra historia tantas veces silenciada.
Los ataques a las poblaciones civiles indígenas durante la "Conquista al Desierto", la apropiación de niños, mujeres y hombres, la instalación de campos de concentración en la Patagonia, las marchas forzosas, fueron hechos que ya nadie puede negar. Nuestra zona fue epicentro de esas atrocidades que toman luz al calor de la lucha de las organizaciones indígenas. Conversamos con el historiador sobre el aporte de los archivos oficiales en la narración de esta otra historia tantas veces silenciada.
Habría
muchas cosas para conversar con vos Leonardo, pero particularmente queríamos
hacerlo sobre dos trabajos que desarrollaste con Jorge Bustos. Uno es
el “Registro de Vecindad del Partido de Carmen Patagones” (1887)
y el otro “Botín de Guerra”. Entendemos que son trabajos
relacionados. Allí se narra el destino de muchos niños indígenas
luego de la "Conquista al Desierto" que tuvo como foco el área donde
vivimos (Viedma y Patagones). Contanos, de manera general, en que
consiste la investigación y cuales fueron las motivaciones.
-Varias
cosas nos motivaron. Una renovar la secuencia didáctica del museo y
la necesidad de agiornar parte de ese recorrido. Esto junto con haber
encontrado en el archivo del museo unas cartas dirigidas a un militar
Lino De Roa (1),
que formaba parte de lo que fue la Campaña al Desierto. En ellas se
pedían niños indígenas por parte de vecinos de lo que hoy sería
la Comarca Viedma-Patagones. La campaña fue un proceso largo que
culminó en enero de 1885. Este personaje estaba en Valcheta, donde
había un campo de concentración y estaba vinculado por esa
condición de carcelero con pueblos originarios y su distribución.
Nos
llamaba la atención el circuito porque muchos de esos niños no eran
para Patagones, sino para mandar a Buenos Aires como un obsequio y
para quedar bien con algún contacto. Patagones formaba parte del
circuito porque salían del puerto. El recorrido era Valcheta,
Patagones y Buenos Aires.
También
nos motivó la existencia de alguna fotografía que es la que aparece
en la tapa de “Botín de Guerra” que daba cuenta de para que eran
pedidos esos niños. La idea de la muestra es que esa fotografía,
que es muy pequeña y nosotros la transformamos
en una gigantografía, sirva para que el visitante del Museo
se sienta interpelado. Que no se pueda pasar por esa imagen sin
preguntarse que significa eso, que pasó con ese niño, porque está
con esa mirada triste, desgarradora, sirviendo un mate de plata a
unos personajes muy bien vestidos, con cadenas oro y botas.
¿Esos
personajes son de Patagones?
Si
son de Patagones, conocidos de la época. Sabemos los nombres de
ellos, pero no sabemos el nombre del niño. Fijate lo que es la
invisibilización. Detrás de la foto dicen los nombres y apellidos
de las personas sentadas, pero del niño solo dice que es un criado
indígena. Sabemos por la memoria oral que ese niño vivió poco
tiempo después porque falleció. Se supone que venia de más al sur,
de la zona de Tierra del Fuego. En otros casos son niños de la zona
de Rio Negro, Neuquén y no mucho mas allá.
¿Osea
que no pertenecerían a las parcialidades más cercanas a nuestras
ciudades?
De
las zonas aledañas a la ciudad es poco probable. Por ejemplo en San
Javier existió una jefatura indígena antes de la Colonia, que fue
cambiando de jefes a lo largo de la historia y tuvo como ultimo
cacique al Mayor Linares, que accede a esa jefatura por intervención
del Comandante del Fuerte. Antes fue Yanquetruz, que tuvo mucha
ascendencia sobre las tribus indígenas de la zona y fue asesinado en
Bahía Blanca en 1859. A él le sucede su hermano Chingoleo.
Entonces
el cacicazgo de la zona de San Javier protegía a su gente y
trabajaba subordinado al Fuerte, eran parte de lo que se llamaba
“indios amigos”.
Este
trabajo revela una historia de invisibilización e imaginamos que una
dificultad era la falta de archivos…
Bueno,
eso fue otra motivación porque de repente surgen en los archivos
estos niños indígenas. Los nombres de los niños eran los de los
dueños de las casas. En el registro, que era un censo, se hacia una
cedula con la familia y figuran con el apellido del dueño de casa y
un nombre criollo. Un borramiento total. Una especie de padrinazgo.
En los libros de bautismo aparecen con sus padrinos y una aclaración
que dice “hijo de padres indios desconocidos”.
Eso
nos hizo mucho ruido porque cuesta no hacer un paralelismo con la última dictadura cívico-militar del 76 y la categoría de "desaparecido".
Pero queríamos consultarte si hubo un plan deliberado de que hacer
con los niños luego de atacar a las poblaciones indígenas. ¿Se
improvisó?.
Nuestra
postura es que fue un plan premeditado. Se habla de un plan de
distribución. Roca lo venia planeando y hay cartas de Roca con el
agregado militar de EEUU donde le pregunta que habían hechos las
autoridades norteamericanas con los indios, como era el sistema de
reservas y colonias. Finalmente se establecido el sistema de
distribución siempre con los grupos indígenas que se enfrentaron
militarmente, porque dentro del mundo indígena había distintas
posturas. Estaban los que colaboraban y los que resistieron. Para
estos últimos fue este sistema que consistía en separar a la
familias, desmembrarlas. Los hombres llegaron a formar parte del
ejercito o eran mano de obra en el Norte y las mujeres y niños eran
enviados a las familias acomodadas. Y lo más apetecible eran los
niños como una forma de relevancia social y prestigio. También
había quienes se hacían cargo como hijos adoptivos. Eso también
pasó.
Había
una clara diferencia en el trato entre los niños criollos y los
indígenas. Uno de los aspectos era el diferencial de educación.
Tampoco
era que los criollos iban todos a las escuela. Ya estaba la enseñanza
primaria obligatoria, pero estaba lejos de cumplirse. Igualmente, de
todos los niños criollos el 50% iba a la escuela, de los indígenas
solo el 20%.
Otro
dato relevante que rompe con ciertas miradas es que no hubo ninguna
acción de salvataje de la iglesia
La
orden salesiana tiene un caso paradigmático como el de Ceferino.
Pero el de Ceferino era un caso particular, porque era hijo y nieto
de caciques muy importantes. La realidad es que con el resto de los
indígenas la situación era muy diferente. Los salesianos tenían
una idea de generar una escuela de oficio que se instaló en Viedma.
Estaba la escuela de monjas, María Auxiliadora y el San José, pero
eran para los hijos de la élite social. La iglesia no tiene una
política monolítica al respecto.
El
padre Savino (2), que era un Lazarista que compra esta casa del Museo y
la casa de al lado, además de los terrenos de la catedral de Viedma,
tenia una idea de fundar escuelas y que las niñas indígenas se
pudieran educar y luego volvieran a sus tribus. Era una idea mas
integracionista, menos forzosa.
Cuando
se larga la Campaña es terrible lo que ve y le genera un conflicto
de conciencia. El se va, renuncia y no espera que le acepten la
renuncia. Allí aparece la orden salesiana, que estaba en el país
tratando de llegar a la Patagonia. Ahí el estado le da el permiso.
No
olvidemos que los salesianos vienen en la columna del General Roca en
la campaña. Vienen el Padre Santiago Costamagna, Luis Botta
y Antonio Espinosa, que era el
numero dos de la iglesia argentina. Hacen un gran despliegue sobre la
patagonia, pero les genera un sufrimiento importante por las cosas
que ven, eso está en las cartas de los sacerdotes: las marchas
forzadas, asesinatos para divertirse, esas salvajadas del ejercito
con los pueblos originarios. Allí hay un conflicto, pero creían que
era lo que había que soportar para llevar adelante la misión.
Se
ve en los registros conflictos inclusive con los medios de
comunicación de la época, sectores políticos. Habia un “problema
con el indio”, y en el contexto del capitalismo mundial el avance
del estado era inevitable, pero la solución difería.
Había
un contexto de ebullición política en el país y en Patagones
también.
La Viedma-Patagones del siglo XIX: un equilibrio inestable
La
historiografia oficial ofreció la compresión de una historia local
marcada por los pactos entre colonos e indígenas, por el
“entendimiento mutuo”. Lo cierto es que efectivamente había
acuerdos, pero en condiciones inestables y desiguales.
Viedma-Patagones era una zona muy austral y la fragilidad del Fuerte
hacia necesario establecer acuerdos con las parcialidades indígenas
que habitaban y recorrían ancestralmente este territorio. Que nuestra zona haya
sido uno de los epicentros de apropiación de niños indígenas, que
haya sido testigo de estos hechos de lesa humanidad, nos obliga a
mirar nuestra historia con nuevos lentes.
Otra
cosa interesante es que se nos muestra una historia de colaboración
entre colonos e indígenas, que en algún sentido existió, pero
también existieron estos hechos terribles contra los Pueblos
Originarios.
Patagones
desde su fundación forma parte de un pacto entre la Colonia y las
tribus (aunque no se ha encontrado nada escrito), pero hay evidencia
histórica. Había un entendimiento entre el Virrey y el cacique
Negro. De hecho, los indígenas le permiten a los españoles usar una
franja del Rio Negro, lo que hoy es el Valle Inferior. Eso se
mantiene en distintas generaciones. Fue un entendimiento inicial.
Pero
hay una historia muy triste, de sufrimiento, de familias
desmembradas, de niños que no vuelven a ver a sus padres y hermanos…
Patagones
sobrevivió por el buen entendimiento con los pueblos originarios de
la zona. Patagones no tenia las condiciones para imponerse por la
fuerza con las tribus y no quedaba otra que tener buenas relaciones.
Esta cuestión de introducir niños indígenas a la zona viene de la
época colonial y se llamaba “rescate de niños a la usanza del
país”. Era básicamente comprar niños. Esos niños venían de
distintos conflictos inter-tribales. Las tribus tenían conflictos y
había cautivos. Luego eran vendidos. El caso paradigmático era el
de Casimiro Biguá (3) que fue comprado por agua ardiente.
Que
repercusión tuvo la investigación en los historiadores locales, las
escuelas etc
Nosotros
no presentamos este trabajo, solo lo difundimos por internet. La
muestra de las fotos en el Museo si las tuvo. Es conmovedor cuando la
ven los niños de las escuelas. Uno ve en ellos algo que genera
impacto. Se siente empatía con esos niños que estaban jugando en
las tolderias y de repente su mundo se derrumba por completo porque
no ven más a sus madres y padres, a sus hermanos, trabajan en una
tarea que les insume todo el día, sus apropiadores hablan un idioma
que no es el de él, con una religión y un nombre que no es el suyo.
La
cuestión de la imagen siempre fue fuerte en la Conquista al
Desierto. Sirvió para glorificarla,
inclusive con pinturas que testimoniaban falsas proezas del ejercito
argentino. O el blanqueamiento de Ceferino. En este
sentido, esta imagen que ustedes muestran es muy fuerte para revelar
otro relato.
En
nuestros manuales escolares la cuestión de los pueblos originarios
ocupaba pocas hojas y después desaparecían. Esto los vuelva a
recolocar, pese a que sea un lugar de dolor y trauma, nos genera un
punto de entrada a estos pueblos.
Tuvieron
vinculación con organizaciones de los pueblos originarios, ya que la
investigación los tiene a ellos como sujetos.
Es
un trabajo mas documental. Sabemos de la existencia de las
organizaciones. Tenemos contactos con ellos, pero no trabajamos
juntos. Hay diferencias en la manera de abordar estas cuestiones.
Nosotros tenemos la pretensión de objetividad como investigadores
sociales y las organizaciones tienen una cuestión de militancia, una
necesidad urgente de poner esto sobre el tapete. Formamos parte de
una institución y la misma disciplina histórica nos obliga a cierto
equilibrio. Entonces hay distintas perspectivas de un mismo asunto.
Esa
foto narra el drama de muchos otros niños, es un crimen de lesa
humanidad. Se apropiaron de tierras y vidas. Por eso queríamos
preguntarte si acordas con el concepto de genocidio para explicar
esto que pasó en la Conquista al Desierto.
Creo
que explica perfectamente la campaña al desierto. La campaña fue la
expansión del estado argentino hacia el sur. El problema son esas
consecuencias humanitarias, porque se podría haber hecho de mil
maneras distintas. Fue una tragedia humana y fue un genocidio. Por la
desaparición física de personas que están consignadas en los
informes oficiales, aunque el numero seguramente haya sido
disminuido, pero también por el exterminio cultural. El niño no
sabía de donde venía, ni ya cuál era su nombre.
¿Y como se repara este latrocinio?
La
cuestión central es la de la tierra. Se repara con militancia de las
organizaciones y una política estatal que se ponga como objetivo una
reparación. Se ha avanzado desde la reforma del 94 que los entiende
como pueblos preexistentes, las provincias también tienen
legislación. Y también es necesario que estas políticas se cumplan
porque muchas veces quedan en “letra muerta”.
En
este sentido de re-significación de la historia ¿que te pareció la
propuesta del Consejo Asesor Indígena de cambiar el nombre de la
calle Roca por “Lonko Chanel” en Viedma?. Proyecto que
finalmente fue rechazado por el Concejo Deliberante de Viedma.
Me parece bárbaro. También me parece que lo que hay que hacer es
una campaña con los vecinos y la sociedad civil. Informar y dar una
discusión. Pasa por la toma de conciencia. En Patagones es más
paradigmático todavía, porque la Calle Roca lleva el nombre del
recorrido de Roca en la Campaña al Desierto cuando le dan la
bienvenida. Lleva ese nombre de aquella época.
(*) Lic en Ciencias
Políticas de la Universidad Nacional del Comahue- CURZA.
(1) Se trata del
teniente coronel Lino Oris de Roa, protagonista de la Conquista al
Desierto. Persiguió a las comunidades que tenían como “lonkos”
a Sayweke, Foyel e Inakayal. También fue -como lo demuestran las
cartas que recibía- un distribuidor de niños indígenas a las
familias de la elite maragata.
(2) En el marco de
la avanzada misionera de la iglesia, en 1877 llegaba a la región del
Carmen el padre lazarista Pablo Emilio Savino. A fin de instalar la
misión adquirió dos casas frente al muelle nacional: la de la
esquina que alberga al Museo y la contigua. El inicio de la "Campaña
al Desierto", en 1878, planteó a Savino un conflicto de
conciencia sobre la continuidad de la misión y los lazaristas
decidieron resignar esta tarea en favor de la orden salesiana.
(3) Nacido en
Patagones, el reconocido lonko lideró las comunidades indígenas de
la zona más austral de la Patagonia a mediados del siglo XIX.
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