Los niños indígenas como “Botín de Guerra” en la Patagones-Viedma de fines del siglo XIX
Dos interesantes
trabajos de los historiadores del Museo Histórico Regional “Emma
Nozzi” Jorge A. Bustos y Leonardo A. Dam, “Registro
de Vecindad del Partido de Carmen Patagones” (1887)
y “Botín
de Guerra” (1),
analizan desde las estadísticas oficiales de la época y la evidencia histórica escrita,
los profundos cambios en la población originaria de la zona luego de
la “Conquista al Desierto”.
Por Patricio Lobos-. (*)
En el primer caso, se trata de un registro levantado en 1887 conforme a la ley orgánica de las municipalidades bonaerenses de 1876. El mismo, señalan los autores, comenta aspectos del proceso de captura y distribución de niños indígenas (ante el traslado a campos de concentración o la desaparición de sus padres) entre las familias acomodadas de Carmen de Patagones, a partir de las campañas genocidas (de “expansión nacional”, según los historiadores) de las décadas de 1870 y 1880.
En el primer caso, se trata de un registro levantado en 1887 conforme a la ley orgánica de las municipalidades bonaerenses de 1876. El mismo, señalan los autores, comenta aspectos del proceso de captura y distribución de niños indígenas (ante el traslado a campos de concentración o la desaparición de sus padres) entre las familias acomodadas de Carmen de Patagones, a partir de las campañas genocidas (de “expansión nacional”, según los historiadores) de las décadas de 1870 y 1880.
En referencia al
segundo trabajo, se narra, desde una perspectiva histórica que se
pretende “objetiva”, el mismo proceso de apropiación de niños
indígenas luego de la campaña genocida en la Patagones-Viedma de
finales del siglo XIX. Se trata, en este caso, de un análisis que
hace hincapié en la legislación que avaló el genocidio y sus
resistencias, así como a las formas de vida de las poblaciones
indígenas antes de la agresión.
El
registro de vecindad
Los datos indican,
que “de los 2.733 habitantes que figuran en el Registro de
Vecindad, 2.019 son urbanos y 714 rurales. De
ese universo fueron consignados en la categoría “indio”, “india”
o “china” 130 personas, de las que 104 (80%) son menores de
edad”.
Agrega que “de
esos “indios” menores de edad, 97 (93,26%) están registrados en
casas de familias criollas o de origen inmigrante,
mientras que los siete niños restantes (6,73%) viven en el seno de
familias que eran consideradas indígenas. Cabe señalar –agregan
los historiadores- que de los 130 “indios” que figuran en el
Registro, sólo 15 son pobladores rurales, mientras los restantes 115
son urbanos.
En cuanto al origen
de estas “adopciones”, los
registros parroquiales los describen como “hijos de padres indios
desconocidos” (3),
aunque, como aseguran los investigadores “sus
páginas se agiten aún por los gritos desgarradores de las madres
despojadas de su ser más preciado”.
Otro dato relevante
es el nivel de educación de los “niños
indígenas”.
Así el Registro informa que “de 83 niños indígenas, domiciliados
en Carmen de Patagones en edad escolar (4 a 16 años), solo
el 19,27% concurre a la escuela.
Mientras que para los niños
“argentinos”,
para la misma franja etaria, de 599 concurren a la escuela 293 es
decir un
48,91%”.
El dato muestra mayor significación, cuando se aclara que estos
niños se encontraban en las familias más destacadas de la aldea, la
totalidad de cuyos hijos estaba escolarizada.
En el centro de
todos estos acontecimientos, se cuenta sin duda, la manera en que
eran distribuidos estos niños. Una esquela a Lino De Roa, comandante
de la columna que persiguió a las familias de Sayhueque, Foyel,
Inacayal y otros grandes caciques por el interior de Río Negro y
Chubut, expulsándolos de sus territorios (“anexando estos
territorios para la nación”, dirían Bustos y Dam) grafica las
modalidades. Peticiones como la precedente eran habituales en el
Carmen de Patagones y Viedma de la primera mitad de la década de
1880.
Foto: Colegio dirigido por Hermanas de Caridad en Patagones, Directoras y alumnas del establecimiento. 1883. |
"Amigo Roa, necesito que me haga el servicio de separarme dos chinitas buenas de las que trae y que ya el General Vintter sabe sobre esto, y le agradecería si pudiera mandármelas en la primera oportunidad, estas chinitas son para mi familia. También le encargo cualquier curiosidad que pueda encontrar en duplicado pues estoy arreglando una pequeña colección y desearía obtener algo de por esos parajes”.
Al finalizar, la
investigación concluye que “con este trabajo en curso nos
proponemos demostrar, entonces, que los
niños de las familias indias
desestructuradas por el ejército de Roca y asignadas a vecinos de
Patagones, lejos de nuestra inicial suposición, no
contaron con ningún tipo de salvaguarda por parte de los salesianos
arribados al Carmen desde 1880".
Agregan al respeto
que “en la extensa lista de asuntos que requirió el intenso
accionar de la orden religiosa, no
hubo sitio para el cuidado de la seguridad física de estas criaturas
y mucho menos para su educación”.
Niñez
apropiada
En el texto “Botín
de Guerra”,
los historiadores aclaran desde un comienzo que “tratamos de
explicar hechos y procesos sin adjetivar, porque no nos corresponde
emitir juicios de valor, si bien resulta imposible desprenderse por
completo de la subjetividad, sostenemos el propósito de ser
objetivos”.
Sin embargo, la evidencia histórica
(fruto de una nueva historiografía que toma distancia de la
“historia oficial” y del “revisionismo”) denuncia los hechos
en los testimonios escritos y orales de las victimas. En este ultimo
aspecto, muy interesante es el aporte del historiador Walter del Río.
Al respecto, estos textos reconocen que si bien la expansión territorial del estado argentino
(en el marco de un contexto internacional marcado por el capitalismo)
era inevitable, se alzaron voces para denunciar la solución
final (4) emprendida por el estado argentino contra el “problema del indio”.
Por esto, citan, que los lazaristas, alegando razones de conciencia
resignaron de la misión en Patagones, a favor de los salesianos,
cuando descubrieron el tenor de la Campaña. En este mismo sentido,
hay que agregar las intervenciones de Aristóbulo del Valle (senador
nacional por el Partido Autonomista y cofundador de la UCR) y de
algunos medios de prensa de la época, que incluso, como señala la
antropóloga Diana Lenton, denunciaban los hechos como “crímenes
de lesa humanidad”.
La
construcción del Desierto y los DDHH Humanos de ayer y de hoy
Como relata Marcelo
Valko en su libro “Pedagogía
de la Desmemoria. Crónicas y estrategias del Genocidio Invisible”
(impactante
raconto histórico, que por sabido, no deja de arrojar luz sobre los
hechos) “La Conquista al Desierto” (en realidad, la construcción
del mismo) implicó un proceso que unió las colaboraciones de los
gobiernos (De Rosas a Roca), la iglesia (con los “humanitarios”
salesianos y su gesta “evangelizadora”) y los medios de prensa
(que junto a la Iglesia cumplieron con la justificación ideológica
del genocidio).
Paralelismos
con la dictadura de 1976. En ambos casos, (la "Conquista al Desierto" y
la dictadura cívico-militar) dice Valko, la ofensiva militar se da cuando la
resistencia armada (de los pueblos originarios y la guerrilla) estaba
vencida. En ambos casos, agrega el autor, el objetivo era la
instalación de modelos económicos favorables para los sectores dominantes
locales y extranjeros.
Al final, quedan
las mismas preguntas: ¿Cómo se repara semejante atrocidad contra
los pueblos indígenas?, ¿como se piensa un país surgido de la
invisibilización y el intento de desaparición de un pueblo?. No solo
el país, sino también y especialmente nuestra región, deben
empezar a verse en su historia, en la resignificación del presente y
en las voces que fueron acalladas.
(1) La imagen
digitalizada corresponde a la muestra “Botín de Guerra” del
Museo Ema Nozzi (Bustos y Dam). Esta imagen es paradigmática porque
tras de ella constan las identidades (nombres y apellidos) de los
tres personajes que aparecen cómodamente sentados (representantes de
las "prestigiosas" familias de Patagones de fines del siglo
XIX), pero no figura ni el nombre ni mucho menos el apellido del niño
indígena cautivo.
(2) Bustos y Dam
indican “que el registro no es exhaustivo lo prueban cinco niños
indígenas que hemos identificado en los libros de la Defensoría de
Menores del Partido y que no aparecen en aquel”.
(3) En este caso
hay una semejanza con el concepto moderno de “desaparecido”, ya
que aquí también se “desconoce” y es “incierto” (tal el
"relato" de la dictadura civico-militar), el paradero de
los padres de los niños apropiados desde 1976.
(4). Anteriormente,
se ensayaron otras "soluciones": la constitución de
misiones, expediciones militares razziales, la construcción de una
zanja que separaba el territorio criollo del indígena, etc.
Finalmente se optó por una "solución final", que fue el
aniquilamiento de las poblaciones indígenas de pampa y patagonia. El
desmembramiento de las familias, deja en claro el concepto de
genocidio, que significa la intención de un Estado no solo eliminar
una población, sino de impedir su reproducción (Lenton).
(*) Lic en Ciencias
Políticas de la Universidad Nacional del Comahue- CURZA.
Fuente:
- El Registro de
Vecindad del Partido de Patagones (1887) y los niños indígenas como
botín de guerra (2012). Bustos y Dam.
- "Botin de
Guerra". Museo Histórico Regional "Emma Nozzi".
Bustos y Dam.
Muy esclarecedor el informe
ResponderBorrarMuy interesante y más importante es poner al descubierto la esclavitud a que eran sumidos los integrantes del pueblo originario y más importante que esta práctica, la de esclavos de servicio se prolongo hasta casi nuestros días, cuando hay ancianas que están en situación de servidumbre en familias patriarcas de Viedma y Patagones.
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