"Estamos empujados a no darle lugar a nuestra singularidad y ubicarnos en la lógica de la productividad"

Por Patricio Lobos -. (*)  

Dialogamos con el psicoanalista Carlos Názara sobre la necesidad de la escucha psicoanalitica en el marco de la pandemia y las tensiones abiertas entre el discurso capitalista y los cuidados públicos y comunitarios. También abordamos la relación entre psicoanálisis y política. "Es imposible pensar el psicoanálisis sin la política", asegura el analista y reflexiona sobre el momento actual: "hay algo en el marco de la pandemia y los cuidados que va en el sentido opuesto a la lógica capitalista".

Názara fue durante muchos años docente del CURZA. Actualmente es asesor externo en proyectos de investigación y extensión universitaria, entre ellos de “El Hormiguero”. Es además, fundador del grupo psicoanalítico “El Otro Sur”. A continuación, compartimos la entrevista completa:

Primero queríamos consultarte por el trabajo que venís desarrollando con "El Otro Sur", en el marco de esta pandemia. Sabemos que abrieron canales de escucha psicoanalítica para la población. Contanos cómo nace esa idea y como ha transcurrido.

Si, la idea surgió a partir del contacto con compañeros de El Otro Sur, que para quienes no lo conocen, es un agrupamiento psicoanalítico que ya tiene 25 años de recorrido y nos hemos dedicado a la cuestión de la trasmisión del psicoanálisis y su relación con la cultura y la política a través de grupos de estudio, seminarios, ateneos, etc. En este caso de la pandemia nos encontramos con lo que los analistas llamamos un real, que no tiene que ver con la realidad, sino que es lo impensable, que no tiene que ver con lo imaginario, ni con simbólico, ni con lo representacional. Es algo que aparece allí y uno necesita tiempo para metabolizarlo, para digerirlo.

Nos encontrarnos con la dificultad de mucha gente, que por el problema propio de la pandemia y por una imposibilidad desde el punto de vista económico, no podía acceder a una terapia. Esta situación pone en evidencia tensionamientos que genera el encierro. El ofrecimiento apunta a eso. De hecho hemos tenido unas cuantas consultas. Somos cuatro analistas trabajando en distintas franjas horarias y cada uno con las particularidades de las demandas de las personas.

Nos pareció que la propuesta iba en el orden de un gesto de responsabilidad hacia lo comunitario. Hace unos días tuvimos una conferencia entre nosotros para intercambiar puntos de vistas para poder pensar lo que está en juego en la clínica y de manera más abarcativa, de lo que se pone en juego como hilo conductor común. 
"En este caso de la pandemia nos encontramos con lo que los analistas llamamos un real, que no tiene que ver con la realidad, sino que es lo impensable, que no tiene que ver con lo imaginario, ni con simbólico, ni con lo representacional. Es algo que aparece allí y uno necesita tiempo para metabolizarlo, para digerirlo".
Vos trabajas la conexión entre el "discurso capitalista" y las infancias. Desarrollas la idea del "discurso capitalista" como negación del lazo social, como individualización, como “maquinaria de desubjetivacion” a través del consumo, la medicalización, el goce etc. ¿Crees que esta situación extraordinaria de pandemia y reclusión radicaliza este proceso?. ¿No se genera una ruptura de lazo mayor?

Me parece que hay algo que se produce en este tema sanitario que en algún punto va en el sentido opuesto a la lógica capitalista. Hay un dicho de Lacan que dice que "el significante dinero mata a todas las significaciones", quiere decir la primacía del dinero en la lógica del "discurso capitalista", donde está todo atravesado por al valoración de la plusvalía. Lo que comanda el accionar en el "discurso capitalista", es la ganancia de dinero. Que se instale una cuarenta, el nombre medico no es el adecuado, pero se popularizó de esa manera, donde lo que prima es la salud publica, de alguna manera produce una alteración en la lógica capitalista. De hecho se ven esas tensiones políticas por las presiones de las empresas y los grandes capitales, que actúan sobre los gobiernos por la cuarentena. Hay algo ahí que produce una alteración a la lógica capitalista. 

Esta misma lógica capitalista nos invade a todos, de hecho cuando Lacan habla del "discurso capitalista", no habla en términos políticos o partidarios, sino de un lazo social que no hace lazo social. Esa lógica está inscripta también detrás de la "Cortina de Hierro". Digamos que esto está escrito en el año 73, y se refería a los países bajo la órbita de la Unión Soviética.

En esta lógica funcionalista y en el marco de la pandemia, todos debemos ser productivos para el sistema, por eso se impone también, y hasta hay psicólogos que propugnan esto, rutinas de acción cotidiana, como una manera de no perder el tiempo. Estudiar un idioma, aprender música, etc, para no perder esa lógica. Esto se traslada también a los chicos, que se encuentran con actividades que los desbordan, para mantener una lógica como si no pasara nada, pero pasa. Esto no solo es inviable, sino peligroso.

A propósito de esto, a poco de empezar la cuarentena, una paciente me dice que su hija estaba tratando de hacer las tareas que le dieron y no iba ni para atrás ni para delante. Lo que llamaba la atención era que no era una niña con problemas en relación al aprendizaje. La madre se enoja con la nena, un episodio cotidiano, hasta ahí. A la noche, la madre escucha a la nena llorando en la habitación, la niña le dice que empezó a recordar a un abuelo que había muerto hace un año y a una tía que también pasó por algo similar, o sea, de alguna manera, hay algo de esto que nos rodea que tiene un trasfondo concreto con la muerte. No poder hablar esto, ser dicho esto, tramitándolo con su singularidad, genera dificultades. La nena se levantó al otro día e hizo la tarea.


De hecho se habla de que no habrá un retorno a la normalidad, desde ningún punto de vista. ¿Es posible pensar a la muerte y la incertidumbre como elementos presentes en este contexto de pandemia?

Si, tal cual. Otro tema es incorporar algo en el orden de la imposibilidad, como tapar la muerte. Detrás de la lógica del capitalismo de producir objetos para el consumo y el goce del sujeto, queda la idea de que los agujeros del sujeto pueden ser cubiertos por lo material. Es como la zanahoria que se le pone por delante, la promesa de la completud. "Todo es posible", es una propaganda de productos deportivos. 

En esa lógica donde hay que tapar los agujeros, está instalada la idea de imposibilidad de tramitar aquello que necesita serlo. Hace poco tiempo una persona me consulta, y me dice: "mire, mi padre murió hace 10 días, estoy sumamente angustiado, deme alguna medicación para dejar de estar angustiado". Ese pedido tiene una lógica. Lo que queda de lado, es la posibilidad de darse un tiempo para tramitar algo que no es del orden de la psicopatía, sino de la vida, de la perdida. Estamos empujados permanentemente a no darle lugar a nuestra singularidad y ubicarnos en la lógica de la productividad. 

Llevándote más al plano de lo político. Hoy vemos conceptos de origen psicoanalítico, como síntoma o fragilidad, que se empiezan a utilizar de manera política. A propósito de esto, ¿crees que es posible pensar juntos psicoanálisis y política?.  

Es imposible pensar el psicoanálisis sin la política. Si bien el psicoanálisis es una practica que ahonda en la subjetividad, no es una psicología. Apunta a la singularidad del sujeto. Desde sus inicios la idea de un sujeto por fuera de lo social es inviable. Un sujeto lo es en comunidad y sociedad. Nunca está por fuera de eso. Por lo tanto la relación que se puede ir generando desde lo político, lo social, lo cultural, atraviesa al sujeto, por lo tanto el psicoanálisis tiene algo que decir. No todos los psicoanalistas piensan igual. De hecho en la "Escuela de Orientación Lacaniana" -EOL-, que es internacional (el lacanismo está más particionado que el trotskismo), un analista argentino, Jorge Alemán, fue expulsado por llevar a cabo una practica analítica y una política. Obviamente aquellos que sostienen lo apolítico, sostienen una postura política. De hecho muchos de lo que propusieron expulsarlo fueron colaboradores del gobierno enterior.  
"Lo que queda de lado, es la posibilidad de darse un tiempo para tramitar algo que no es del orden de la psicopatía, sino de la vida, de la perdida. Estamos empujados permanentemente a no darle lugar a nuestra singularidad y ubicarnos en la lógica de la productividad". 
En paralelo, el psicoanálisis político combate con otra orientación, dentro de las izquierdas filosóficas, una visión spinoziana, foucaultiana, deleuziana, que es fuertemente crítica del psicoanálisis, donde solo ve un "mero teatro burgués" (con el Edipo como centro). La insistencia de esta escuela es que el inconsciente es colectivo y político. También el síntoma, la familia, etc. ¿Que pensás? 

Las he leído y me permitieron pensar un montón de cosas. Por ejemplo, abordar la cuestión política en relación al psicoanalisis con un mirada que luego fue superándose con el tiempo. Lacan hablaba de política. Pensar al sujeto por fuera del contexto y el tiempo es imposible. El sujeto está tomado por la lógica de su tiempo. Esa critica sirvió para pegar un ramalazo a las estructuras más anquilosadas, que fueron revertidas con el trabajo de los mismos conceptos lacanianos y freudianos. De hecho Freud escribió "Psicología de las masas y análisis del yo", para pensar el sujeto y lo cultural. 


Intervenís también en "El Hormiguero". Es muy interesante el trabajo de publicar artículos, investigaciones, etc. Ahora difundieron un documento público sobre el tema de la Pandemia (¿Qué nombre para un virus que corona la desubjetivación de la época?). Por ahí la academia está lejos de la comunidad, pareciera que existe un miedo a compartir el trabajo que se realiza. ¿Crees que es así? 

En el ultimo escrito no participe, soy colaborador externo. Me supera determinar si en términos generales el espacio académico esta produciendo o no. Me consta que algunos si. Pero justamente sentarse a escribir y pensar es una manera de tramitar y abordar ese real, eso del orden de lo imposible. Es fundamental, y más aun, es fundante hacerlo. Que alguien pueda hacer una inscripción es una forma de tomar lo imposible y darle un lugar y una representación. El anclaje en la palabra es fundante, porque nos funda como sujetos humanos, es algo en el orden del lenguaje. Lo que está por fuera del lenguaje está por fuera del ser humano. Nuestra relación con las cosas es representacional. A diferencia del mundo de los animales, donde no media nada entre el animal y la cosa, la naturaleza. 

Por eso, si justamente en un ámbito como el universitario no apostamos a producir con lo real de cada ámbito, me pregunto donde lo vamos a hacer. Hay otros lugares, pero el que está en mejores condiciones de hacerlo es ese. 

La escritura pasa por el cuerpo y el habla. Hoy los tiempos lógicos y cronológicos, en el marco de la pandemia, son contradictorios. En este contexto, ¿como podríamos pensar la idea de poner el cuerpo a producir escritura propia? 

Siempre hay tensión entre el tiempo lógico y el cronológico, el cronos y el kairos, en los griegos. Independientemente de estos tiempos de pandemia, el desafío es como poner en juego el propio tiempo en relación a las demandas del tiempo objetivante. A veces se usa un objeto para salir de la angustia, otras veces tips, lo que allí no hay es lugar para el sujeto. El sujeto necesita tiempo, el tiempo del sujeto. Cuando un sujeto no pone las cosas en palabras, las pone en el cuerpo. Eso es así, si uno indaga cuando una persona se enfermó, siempre se encuentran elementos en el plano de la subjetividad, lo que no niega los elementos biológicos. 

Efectivamente, hay un real que impone una imposibilidad, no podes salir a correr, no podes juntarte, etc. Eso tiene una afectación en el cuerpo. Por eso me parece posible ir tramitando todo lo que se pueda tramitar. No todo se tramita con la palabra, pero sin la palabra no se puede tramitar nada. El cuerpo es una construcción del psiquismo, el cuerpo tiene una consistencia imaginaria que inunda nuestra vida.

(*) Lic en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional del Comahue- CURZA. 

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