“Mensurar el Horizonte”: charla con las autoras del libro “Caciques y Colonos”

El libro “Caciques y Colonos en las margenes del río Negro. 1850 ‐ 1950” (Legislatura de Rio Negro, 2018) de las historiadoras locales, Mariela Dall'Armellina y Cecilia Palma, da cuenta del poblamiento y despoblamiento de la margen inferior del Rio Negro desde la segunda mitad del siglo XIX. Proceso marcado por el desplazamiento de las comunidades indígenas, el avance del estado nacional, la instalación de colonos en el marco de “modelos de desarrollo” y la presencia de una legalidad que servia (y sirve) para justificar el despojo. 


Por Patricio Lobos (*)
La vida del indígena reducida a la hectárea

La investigación se centra en la segunda parte del siglo XIX, pero llega hasta mediados del siglo XX. Profundos cambios atravesó esa zona en casi 100 años de vida. “Territorio modificado por la colonización: los primeros colonos y el IDEVI. Distintas maneras de vivirlo y de nombrarlo”, dicen las autoras.
A continuación, la entrevista con las historiadoras.
Queríamos preguntarles primero, que fue lo que motivó la investigación y el libro y que repercusiones tuvo en los protagonistas, la historiografía local y las organizaciones mapuche.
Mariela: somos profesoras de historia las dos. Yo trabajo en la ESFA (Escuela Secundaria de Formación Agraria), en el CET° 11 y con la “Negra” (Cecilia) trabajamos juntas en un taller hace muchos años que se llama “Derechos Humanos e Identidad” y en ese marco tuvimos muchas conversaciones con los alumnos. Hicimos muchas actividades y el libro fue un recopilar de muchas conversaciones que habíamos tenido con ellos para responder las preguntas que nos iban haciendo. Preguntas sobre el territorio, quienes somos, que significa la tierra, producir, quienes vivían en este lugar antes de que se llamara IDEVI (1). Trabajamos con fotos y ademas de los alumnos, con antiguos vecinos de San Javier y la Mata Negra. Así fue armándose esta historia.
Cecilia: que vos nos convoques significa que seguimos caminando. Este camino empezó hace más de 10 años. Aprendimos a pensar con los chicos. No tienen una pregunta, sino miles, y se va desandando un proceso todo el tiempo. Ese compartir nos atravesó y nos hizo ordenar los pensamientos.
Salía a la luz la falta de formación de los profesores y de lo que significa la historia de la Patagonia en general y nuestra zona en particular, y la ausencia de recursos para trabajar en el aula.
La recepción de la Academia y todo eso, fue después. Siempre fue pensado como un proyecto colectivo y para el aula. Por eso buscamos la distribución gratuita. El libro fue editado por la Legislatura, pero sabíamos que internet iba a ser el lugar donde el libro viviera y le llegaría a la gente que se lo quiera apropiar.
Mariela: fue un trabajo colectivo, con el aula y los chicos y los nuevos y antiguos vecinos. Un montón de personas fueron participes del proyecto y compartirlo cuando presentamos el libro fue muy emocionante.
Ustedes narran un tiempo de casi 100 años, que transcurre desde la llegada del estado nacional y antes, el nuevo poblamiento y las distintas formas de resistencias de las poblaciones originarias. Un relato que no se queda en la derrota, ni en la victimizacion, sino que resalta distintas formas de resistencia, desde las alianzas políticas y de sangre, hasta la incorporación a la cultura dominante de una manera resistente. Me parece que hay narrado allí un proceso de resistencia y subjetividad, que se adapta a condiciones cada vez mas desfavorables.
Mariela: la idea era esa. Pertenecemos a una zona entendida como rural, la ESFA está en el corazón del IDEVI. Esta ruralidad está construida sobre el dolor del otro. Las historias de la memorias familiares nos fueron contando esto. La familia de Modesto Linares, la familia García, la familia de Celia Nuñez, son todas historias que son muy antiguas, de sus abuelos y bisbuelos. Son historias cargadas de dolor, pero de mucho coraje y resistencia. De muchos lazos comunitarios que no se perdieron, a pesar de que viejos apellidos si se perdieron.
"Historias de madres, de mujeres, de crianzas compartidas, en el campo y el monte, y de resistencia y negarse a irse, a perderse, a separarse. Incluso las familias que perdieron todo, que se fueron, siguen teniendo memoria. Son historias que aparecen y siguen apareciendo".
Cecilia: es conocer un oficio mientras lo caminamos. Nos interesaban los razonamientos de los protagonistas, no los propios. Venimos de una formación que tiene determinas miradas, la racialización encuentra víctimas y victimarios, esa cosa binaria no es real. Se trata de despojarse de ese pensamiento de víctima. Son historias de un pueblo y de personas.
Mariela: nosotros no somos las mismas personas que empezaron a trabajar con esto. Las cosas que yo creía no eran reales. Las etiquetas no dicen nada.
Me parece interesante también el valor que toma el concepto de la ley. Muchos de estos despojos se hicieron con un andamiaje legal que lo avaló. Osea ¿se funda un derecho sobre el despojo o ambos procesos conviven?.
Cecilia: siempre fue así. La propiedad de la tierra es un invento de determinado momento de la historia de la humanidad que llega a los territorios y se hace ley. Trabajamos un periodo y una zona. Hay llegada de criollos a esta zona antes de la Campaña al Desierto. Esa llegada al territorio es distinta en cada momento. Allí hay identidades que se van a plantear como clandestinas hasta el día de hoy.
Otra cosa que destaco de Colonos y Caciques” es que se ven vidas enfrentadas, a destiempo. El poder que intenta mensurar, ordenar, poner limites, y vidas que no tienen esos limites. Una vida que desfigura las fronteras, genera bordes, pliegues. El pueblo mapuche es un claro ejemplo de eso.
Mariela: la tierra se empieza a comprar y vender con las personas adentro. Lo empezamos a ver en los papeles, en los trámites. En esta zona se hace muy tempranamente en relación a otros lugares de la Patagonia. Los relatos de las personas señalan como la van cercando. Irse al monte adentro porque no me van a perseguir o desalojar, etc. La idea de la comunidad se pierde y se persigue, pero nosotras vemos resistencia. Las familias van tratando de mantenerse juntas. Los apellidos cambian, pero las personas siguen siendo las mismas.

“Indios Amigos de Miguel Linares”

Se ocupa tierra habitada, se “fundan” territorios nombrados ancestralmente, se “bautizan” personas que tenían nombre. Se empieza a contar la “historia”...
Cecilia: este es un dispositivo estatal y previo al estado. Empezamos hablando de los niños apropiados, José María Bulnes Yanquetruz, Benito Cheuqueta, Valentin Sayhueque, son personas nombradas en momentos de negociación y aprietes a los referentes de los territorios antes de la formación del estado. Las estrategias no nacen del estado, el estado nace de estas estrategias. Se trata de un perfeccionamiento de determinado dispositivo.
La obra de Dall'Armellina y Palma, tiene nombres propios que habitaban el “territorio grande” y dejaron su huella: Chocorí y Cheuqueta, Yanquetruz y Chingoleo, Sayhueque y Manuel Linares. Caciques (que representan pueblos), unidos por lazos políticos, de resistencia y sangre. También nombres de lugares, muchos impuestos por los recién llegados: San Javier, el Potrero Cerrado, Zanjón de Oyuela, Cabeza de Buey, Guardia Mitre, la Cuchilla.

Uno lee el libro y es imposible no ir y venir en la historia. Del pasado a la actualidad. Porque en el centro está el concepto de “desarrollo” que aun motiva visiones políticas incluso progresistas. Miradas que creen que hay que ir hacia un lugar y todo lo que no se acomoda es atraso. Antes los indígenas y ahora también. Pienso en la incorporación de la tierra indígena para poner a producir soja como en Argentina, hacer carreteras como en Bolivia. Un tema tan viejo y tan actual, que incluso es transversal ideologicamente.
Mariela: nosotras hablamos de la idea del colono. Esa idea que no se pierde nunca. Que se reactualiza con el IDEVI. El pionero. Ese deseo colonial con estos españoles e italianos que dicen cómo se vive y se trabaja la tierra. La idea de progreso capitalista está en juego todo el tiempo, quienes van a servir a ese proyecto y quienes están condenados a no ser y desaparecer. Es una larga historia de desaparición y silenciamiento. De no querer decir y contar. Andamos atrás de esos pasos.
Cecilia: es el capitalismo. Tiene sus momentos y sus cambios. A nosotros nos funda el colono de finales de 1700. Empezamos la historia y la investigación en el momento en que se escribió el “Manifiesto Comunista”. Había cosas pasando en el mundo. Es un proyecto colonizador. Llega un momento en que el capitalismo te alcanza. Como dice un hombre, Rojas, desalojado del territorio: “creímos que no nos alcanzaría, pero nos alcanzó.
La ultima parte de “Caciques y Colonos” se dedica a los hijos de los antiguos. La herencia y la tierra reducida a “lonjitas”. Un territorio fragmentado, mutilado, junto a las comunidades como cuerpo colectivo. Ustedes dicen: con indios encerrados, negados o asustados; mediante alambres y canales de riego, se divide la tierra y se organiza la producción del Valle Inferior” (2).

Mariela: en este proceso largo hay familias que sobrevivieron al desmembramiento, el secamiento, el IDEVI. Vidas atravesadas por la expropiación y la resistencia. Es una historia de “mujeres poderosas”. En esas historias hay relatos y silencios. Las fotos ayudan a pensar los lazos con otras familias. Son procesos muy hermosos y muy dolorosos al mismo tiempo.
En la última parte del libro buscamos ser lo más claras posibles, porque los protagonistas lo iban a ver. Era mucha responsabilidad porque nos abrieron el corazón.
Cecilia: ellos atravesaron en sus vidas y sus carnes el cambio en el territorio. Ellos vieron “civilizar el agua”. Sus historias están fuertemente aferradas al territorio. “La memoria está en el agua”. Había una forma de vivir juntos y en movimiento.
Se nos dice en la escuela que somos hijos de un acuerdo y un pacto...
Cecilia: lo que pasó en la Campaña al Desierto no tuvo precedentes porque fue sistemáticamente planificado. El proceso de la Campaña al Desierto -que pasó por el Congreso de la Nación- tiene un abordaje distinto. Los historiadores locales y algunos personajes son los creadores de esta historia que nos contaban en la escuela. De que vivimos en un lugar de acuerdo. El primer gran “tratado de paz” que establece el gobierno con la gente del sur y que se va a mantener hasta la Campaña al Desierto, se hace en el año 1857 con Yanquetruz. En ese contexto de negociaciones apropian a Chingoleo (hermano del cacique), lo bautizan y tienen a su gente presa. En esos términos se establece el tratado de paz y la negociación que va a durar hasta que estallan las campañas. Esto tiene sentido para localizar la manera en que se “pacta” y se “acuerda”, extorsionando a Yanquetruz para la firma de un tratado de paz, con su gente y hermano preso. Allí no hay acuerdo. Eso no es negociación pacífica. Acuerdo no es la palabra para describir lo que pasó.
"La violencia sobre los pueblos originarios y los negros africanos que trajeron no empieza en la Conquista del Desierto. Empieza cuando llegan los españoles y continúa después. La ley 200 del Instituto del Valle Inferior se llama “Comandante Piedra Buena”. El explorador de los colonos. La construcción de conceptos y de sentidos coloniales continúa vigente".
Mariela: a Linares lo vienen corriendo los italianos con sus animales y los van cercando en la tierra. Lo van alambrando. Él va denunciando este hecho que se le viene encima. Esto no es ningún trato pacifico. Nos decía Edgardo, un vecino, “si uno escucha, los campos nos hablan”.
Termina la entrevista con las historiadoras y queda la sensación, como ellas señalan, de que quedan cosas por contar. La vida resistió y resiste. Los nietos de los antiguos persisten en sus formas, actualizan nuevos lazos, cuentan la otra historia y hacen memoria. Pese a todo, persevera la vida, arriba de una tierra que tiene tanto por decir.

(*) Lic en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional del Comahue- CURZA.  

1- El Instituto de Desarrollo del Valle Inferior del Río Negro «Comandante Luis Piedra Buena» es un organismo mixto estatal - privado responsable del desarrollo productivo del Valle Inferior del Río Negro. En 1959 el Poder Ejecutivo de Río Negro hizo un convenio con el Consejo Agrario Nacional para elaborar un proyecto de desarrollo agrícola del Valle Inferior. En base al mismo el IDEVI fue creado el 4 de Agosto de 1961 por Ley Provincial Nº 200, durante la gestión del gobernador Mario Franco.
2- El “desarrollo” del Valle Inferior, marca el surgimiento de un nuevo sujeto: el “obrero especializado”, necesario en estos campos del agua, que conoce las tareas de la cuchilla y de la orilla. Un trabajador que cobra salario después de una tarea, no con la cosecha, salga como salga.

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